Ella, hermosa se vestía con su mejor vestido como cada noche...
Esperaba ansiosa alguna noticia de él, se recorría de arriba a abajo toda la habitación y miraba el reloj... Luego, como cada noche se miraba al espejo y se acercaba a su tocador a ponerse algo de color en sus labios, sus ojos verdes brillaban por encima del oscuro maquillaje, y sus largas pestañas daban sombra a sus rosadas mejillas. Sonreía y pensaba en él, como cada noche...
Siempre le esperaba, se inquietaba, y finalmente como cada noche sonaba el teléfono, y era él, facilmente podía apreciarse, su cara se iluminaba al escuchar su voz, mordía sus labios y se retiraba el mechón de la cara.
Pero, una vez más su rostro cambió poco a poco conforme avanzaba la conversación, dejo de hacerse remolinos en el cabello y su sonrisa desapareció, como cada noche... Al colgar el teléfono una lagrima se desbordo de sus ojos y arrastró junto a ella el negro maquillaje. Seguidas de la primera fueron cien lágrimas más, como cada una de las sesenta negras noches en las que su maquillaje se desbarataba. Luego como cada noche, se desvestia y se acostaba en la cama inundandola de lágrimas. Y como cada noche desvelada, él protagonizaba todos y cada uno de los pensamientos que ella tenía mientras él no estaba, como cada noche.
Qué bonito y qué triste, la soledad no deseada.
ReplyDeleteUn saludo
Awww noches inmersas de llanto y aun así con dos protagonistas, el que mas resalta, el ausente!!
ReplyDeleteque triste!
¿No se da cuenta de que ella sufre con su ausencia? triste texto
ReplyDeletemi tipico y triste caso.. D:
ReplyDeletegracias a dios yo me quede con el bebé...